La farsa del cementerio jesuítico: Alta Gracia no descubrió nada. Menos su cementerio jesuítico que estuvo y está perfectamente delimitado con su ingreso actualmente tapiado, posiblemente desde que se lo trasladó a su actual ubicación después de que Manuel Solares impulsara la creación de la Villa de Alta Gracia (no Juan Nieto, como reza una errónea placa frente a la iglesia). Sí en cambio, podemos descubrir las barbaridades que se cometen en contra de los Monumentos por una serie de personajes que hoy se autodenominan “especialistas” y que encima se lo hacen creer a los funcionarios que con sus pocas luces usan los fondos públicos para convertirse en los mayores depredadores del Patrimonio.